Tras dos décadas de negociaciones, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llegó a un acuerdo para proteger la alta mar, es decir, todas las partes del mar no incluidas en la zona económica exclusiva, aguas interiores de un Estado, ni en las aguas archipelágicas de un Estado archipelágico.

Este se ha convertido en una potente herramienta de protección de los océanos. Y aunque el objetivo de las organizaciones medioambientales era más ambicioso, este tratado finalmente salvaguardará al menos un 30% de los mismos para el año 2030. Así, el nuevo tratado cubriría la protección de casi dos tercios del océano que se encuentra fuera de las fronteras nacionales.