La nueva ley limita las importaciones a terceros (países que no son miembros de la Unión Europea) de aceite de palma, vacuno, soja, café, caucho, madera, chocolate, cuero, muebles, papel y carbón vegetal si estos contribuyen a la deforestación o a la degradación forestal.

Quienes quieran importar o vender esos productos, tendrán que demostrar su procedencia y estarán sujetos a inspecciones y controles. Los importadores tendrán que asegurarse además de que en el proceso de obtención y elaboración de esas materias primas y productos derivados se respetan los derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas.