Aunque la pobreza y la escasez de alimentos, de agua y de atención sanitaria causen aún millones de muertes al año en decenas de países, la mortalidad infantil se ha reducido a la mitad desde 1990. En mayo, la OMS reveló este dato tan positivo en la presentación del informe ‘Estadística Sanitaria Mundial 2015’.

Reducir los fallecimientos de la población infantil era uno de los Objetivos de Milenio fijados por las Naciones Unidas en el año 2000. La tasa de mortalidad al nacer aún sigue siendo elevada, pero en este sentido el mundo anda mucho mejor hoy que hace 15 años, aunque ya alerta la OMS que hay que seguir trabajando para acabar con esta lacra mundial.

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